Luego de haber realizado la lectura de un artículo sobre
cómo dos almas pueden sanar vínculos, y buscando comprender todo lo vivido,
entiendo humildemente que debo agradecer tu presencia en mi vida, desde mi
corazón.
En estas palabras, manifiesto mi propósito de agradecerte
todo lo vivido junto a tí.
Deseo agradecerte por cada palabra, cada pensamiento y cada
idea que hemos compartido juntos.
Agradecerte también por cada palabra que has impreso en mí,
por cada idea, pensamiento y emoción.
Por cada situación guardada en el recuerdo, en mi alma y en
mi corazón.
Todas esas situaciones y hechos me permiten hoy comprenderlo
todo desde un plano de humilde sabiduría, asumo que por todo lo vivido junto a
tí, puedo hoy decidir cumplir mis propósitos sueños y anhelos.
Agradezco cada gesto, cada emoción, cada recuerdo de nuestra
existencia. Agradezco desde mi alma cada hecho vivido junto a tí.
Agradezco cada segundo, cada vivencia, cada momento juntos,
porque gracias a toda nuestra historia y a cada acto que imprimiste en mí, hoy
me permito darme cuenta que soy un gran padre, un gran hombre, un gran alma y
una gran persona.
Doy gracias a todo lo que he experimentado momento a
momento, segundo a segundo en nuestras vidas, porque me doy cuenta del mensaje
que me has dado al aparecer en mi vida.
Sin tu mensaje, sin tu presencia, jamás hubiera comprendido
qué vine a aprender y a trascender en ésta existencia.
Me has enseñado a elegir. Hoy elijo ser una persona que ha
cultivado la idea de ser libre, gracias a tu mensaje.
Libre de pensamiento. Libre de elegir abundancia material,
económica, de salud perfecta y de amor compasivo.
He aprendido a amar, a respetar, a ser tolerante, ser digno,
compasivo y a cultivar la paciencia y la bondad.
Es bello sentir gratitud infinita por todo lo que hemos
vivido juntos, por lo que hoy me permito decirte:
Gracias... infinitas gracias desde mi corazón.
He leído que liberando, pues se es liberado.
Que bendiciendo, se es bendecido.
Que agradeciendo, se abren las puertas de la gratitud del
universo.
Es desde esa gratitud sincera y de corazón donde
comprendemos que hemos hecho lo mejor que pudimos, desde nuestra crianza, desde
nuestras virtudes, desde nuestros aciertos, desde lo que entendíamos cómo
debíamos o podíamos actuar.
Deseo lo mejor para vos... deseo lo mejor para mí.
Te bendigo... me bendigo.
Reconozco en ti, tus dones, talentos y virtudes... reconozco
tus capacidades y cualidades.
Qué bello que puedas cumplir con tus sueños, deseos y
anhelos del alma, en paz, bella paz, dulce paz.
Gracias
Comentarios
Publicar un comentario