Toda la información que heredamos, los programas inconscientes; hacen que percibamos un mundo muy distinto al de las demás personas, y este determina un estado emocional que se retroalimenta; y ese estado emocional, a su vez, estimula nuestra percepción, entonces nos encontramos en una especie de callejón sin salida.
No llegamos a ser conscientes
que nuestra forma de percibir determina los acontecimientos percibidos y que
los acontecimientos reaccionan a nuestra percepción. Es decir que vamos por la vida con un chip
puesto y que este tiene determinada manera de ver los acontecimientos de la
vida, entonces, solo vamos a vivir la vida desde la información que trae este
chip. Por ejemplo: si tengo un programa
de desvalorización en el trabajo, voy a vivir mi vida con esta mirada…es decir:
me resultara difícil conseguir trabajo, o si lo consigo me pagan muy poco por
muchas horas laborales, o sentiré que me maltratan mis compañeros o mi jefe, y
así infinitas posibilidades mas…y cómo voy a percibir y a confirmar esto que
vivo, seguiré transcurriendo en estas
creencias y también viviendo lo mismo, aunque aparentemente cambie la
situación. Es decir, si hoy estoy no pudiendo conseguir
un trabajo y durante un año ando así, puede pasar que lo encuentre pero ahí
habrá un jefe que me va a hacer sentir que
lo que hago no es satisfactorio. Y así,
continuo viviendo este mismo programa de desvalorización, que aun no comprendí,
ni perdone, ni trascendí. Por lo tanto
no lo pude cambiar.
Cuando se toma
consciencia se puede ver la vida de otra manera, cambia la percepción de las cosas que suceden, también! Empezamos a quitar las capas de la cebolla! Tomar consciencia es una sensación física
acompañada de un entendimiento y comprensión profundos de un hecho pasado. Y que tiene que ver con una resonancia en el
árbol. O sea, puedo ver con claridad,
entender, y por consiguiente cambio mi
percepción de las cosas, y esta percepción es desde el Ser, no desde la
conducta solamente. Esto es el perdón, simplemente,
Es como que toda la vida vamos andando como
los caballos que tienen estas anteojeras, que se las ponen para que no se
distraigan con otras cosas; son para que solo se dirijan a un lugar
derechitoooo. La analogía que quiero
hacer con esto es que los programas que hemos heredado de nuestros ancestros y
de nuestro Proyecto Sentido (todas las
emociones de nuestra madre desde la concepción hasta los 3 años) nos impiden
“ver” más allá. No nos podemos desviar
de nuestra “programación”, está en nuestra mente inconsciente y estando ahí no
podemos verla…porque es lo que vemos en todo momento, estamos inmersos en ella. Nos dirigen la vida, aunque nosotros creamos
que somos libres de elegir, en realidad estamos condicionados por estas
“anteojeras” que son los programas inconscientes.
Gabriela Inés Christin
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